Algunas gentes de esta comunidad tienen un demostrado dinamismo que sólo la falta de apoyo de quienes la vienen gobernando desde antiguo, siempre inclinados hacia el "valencian kitsch", impide hacerlas visible con la contundencia que merecen. Joan Calatayud forma parte de ese grupo de emprendedores que en otras regiones, o países, estaría en boca de todos.
Aquí no es así. Pero desde Daimús, en La Safor, distribuye a través de Ca l'Arnau una amplia selección de excelentes vinos franceses, en especial de la parte meridional del Hexágono aunque Borgoña y Champagne no estén ausentes de su oferta. Y además participa en el sueño de todo amante del vino: la elaboración de uno propio. En su caso, Obscur tan bueno, me dicen, como difícil de encontrar (como constato). Es el resultado de la falta de apoyo a los emprendedores que podrían sacar adelante esta sociedad.
Entre los caldos que comercializa figuran algunos de los mejores que he catado, y que, sin embargo, son poco conocidos (todavía) en España: buenos vinos y mejores precios. Como esos garnachas de Corbieres que, por una combinación de elementos, resultan inigualables. Demostración de que sabe bien lo que se lleva entre manos.
Comenta Calatayud que su dedicación a actividad es, tal vez, vez cuestión de genes. No lo pongo en duda. Pero es mucho más el resultado de algo que él, sin duda por modestia, no menciona: lo conseguido es sobre todo cuestión de mucho trabajo, mantenido durante mucho tiempo y de no menor seriedad comercial. Que un buen puñado de excelentes bodegas del país vecino confíen en uno no se logra así como así. Sin duda, Calatayud tiene que ser además de un buen conocedor de vinos, un trabajador serio e incansable. Por razones familiares conozco algo del país vecino, y de sus vinos: sin estos rasgos no tendría la credibilidad necesaria para que confiaran en él. EN síntesis, buenos vinos y buenos precios conforman un lujo que no deberíamos desaprovechar. Sólo le falta abrir tienda y vender al por menor. Muchos, quiero creer, lo agradeceríamos.
¿Qué hace un importador como usted en un sitio como éste?
Quizás lo llevo en mis genes, ya que mi padre, hijo de españoles emigrados a Francia, pasó su infancia, juventud y la mayor parte de su vida profesional en el país vecino, con plena dedicación al mundo del vino desde diferentes ámbitos, trabajos en la viña, elaboración,etc.
Esta pasión por el vino me la transmitió él, en los múltiples viajes que desde niño hice para visitar a mi familia y amigos. La gran mayoría disponían de bodegas,pero nunca se me había pasado por la mente el hacer de esta pasión mi manera de vivir, todo llegó por circunstancias.
Los principios en la distribución, fueron complicados, había poco que ofrecer y poco de donde ofrecer,algún rioja, valenciano y poco más,hasta que empezó el cambio,y a salir nuevos vinos, Ribera del Duero, Priorat etc. Fuimos de los primeros en vender priorats, jumillas, terra alta... no fue fácil.
Siempre mantuve esa inquietud por los primeros vinos que había probado de la mano de mi padre,pero nunca encontraba el momento para su comercialización, ¡si ya era difícil los de aquí, imagínate los franceses!, Hasta que allá por la década de los 90 di el paso, el mundo que se me abrió. ¡Fue increíble!, descubro los vinos de agricultura biodinámica, la gran diferencia entre viñedos, zonas,variedades,... Fue una verdadera sorpresa, por aquella época tenías acceso al elaborador que quisieras, ya que el mundo de la importación era inexistente.
Los vinos franceses, ¿qué tienen de diferente?: son mejores o se saben vender mejor.
Los vinos franceses, ni son mejores ni peores, son diferentes, nos llevan muchos años tanto en la elaboración como en la distribución, en muchas denominaciones tienen documentación del comportamiento de algunas parcelas que datan de la época medieval.
Por otro lado, usted parece claramente inclinado hacia las pequeñas bodegas y hacia los vinos bio. ¿virtud o necesidad de encontrar un espacio diferente a otros importadores?
Desde el principio yo opté, por varias razones, por los pequeños elaboradores,y siempre que su trabajo se base en los principios de la biodinámica. No fue, ni es, por encontrar un espacio diferente; es por convencimiento, ya que yo siempre he estado en sintonía con estos pequeños, pero a la vez grandes, elaboradores que hacen de su virtud, el respeto por la naturaleza, los suelos y las viñas.
Por qué la garnacha del sur de Francia, por ejemplo la de Corbiere, tiene poco que ver con la española: ¿clima, edad o trato?
La diferencia entre las garnachas,es un poco de todo, edad del viñedo, climatología,
suelos,personalidad del elaborador.... Para mí en eso reside la grandeza del vino, de los vinos emocionantes,cada uno debe expresar el entorno donde se ha criado.
Lo mismo ocurre con el chardonnay de Chablis ¿qué explica esa enorme diferencia de cata tanto en nariz como en boca respecto a los chardonnays españoles.
Pasa un poco lo mismo que con las garnachas de la Corbiére.
Y más de lo mismo de lo mismo: qué hace tan distintos los rosados de allí respecto a los de aquí. (en mi caso no he encontrado ningún parecido ni siquiera en color)
En cuanto al color es el tiempo de maceración, aromáticamente, su entorno.
Dicen que todos los amantes del vino tienen uno preferido: Qué vino, uno sólo, destacaría de los que ofrece.
Una pregunta bastante complicada de responder, ya que hay que dejar a muchos, y buenos, fuera. Pero ya que sólo puedo comentar uno, debo repetir, como desde hace mucho tiempo vengo diciendo, que mi vino de cabecera es Mas Jullien de la zona del Languedoc. Y concretamente Les Terrazes du Larzac. ¿Por qué? pues por su frescura, verticalidad, personalidad, tanto del vino como de su elaborador, Olivier Jullien, su precio....es la pura esencia del Mediterráneo.
¿A alguien deseoso de empezar a conocer los vinos franceses de estas zonas que vino le recomendaria en primer lugar:
En tintos recomendaría para iniciarse, Cuvée Sextant, L’Infernale de la Corbiére, La Vieille Jullienne de Cotes du Rhone...por similitud con los nuestros, cariñenas, garnachas, monastrell......sin olvidarse de los Colombier de Hermitage, los Cecile Tremblay o David Duband de la Bourgogne....
En blancos, cómo no, los Vincent Dancer, Philippe Colin, Christian Moreau de la Bourgogne, Agathe Bursin de Alsace por su pureza y cristalinidad...La Closerie les Beguines, Ulysse Collin de Champagne,por su finura,fuerza y elegancia.
En rosados,los vinos de Clos D’Alari de la Provenza, es la esencia pura del tomillo,el romero y lavanda, el paisaje de la Provenza,concentrado en una botella.
Sin duda todas las bodegas con las que trabaja tienen algo especial. ¿Pero tienen todas algo en común?
Todas tienen aparte de sus vinos algo especial:su entorno, filosofía, carácter...pero todas tienen un hilo conductor que es como ya he comentado,el respeto por la naturaleza, el entorno, los suelos...
Se saben apreciar aquí en la Comunidad Valenciana los vinos que usted ofrece. ¿tienen buen acogida?. ¿encuentra resistencias margen de la situación actual de crisis?
En los últimos años ha habido una gran evolución en el conocimiento,trato y acogida en los vinos en general,por lo que el rechazo a los vinos internacionales,que en un principio si lo hubo,ahora encuentras mucha mas accesibilidad.
¿Qué proyecto, o ilusión, está tras Obscur?
El proyecto del Obscur,fue la inquietud que todo buen aficionado a este mundo tiene. Después de muchos intentos, decidimos,Manuel Alonso y yo aprovechar la infraestuctura y viñedos de Miguel Velásquez, Bodegas los Frailes,para realizar nuestro sueño.
¿Cuáles son sus rasgos definitorios? ¿por qué es tan difícil de encontrar en Valencia ciudad?
Desde su inicio hemos buscado la frescura, fruta, fluidez, huyendo de vinos gruesos, cálidos y con demasiada concentración, éstos serían los rasgos más definitorios.
En Valencia sí está presente en algunos restaurantes y tiendas especializadas. Pero sí, es verdad, no se encuentra fácilmente. El principal obstáculo es la poca producción, estamos hablando de unas mil botellas.
Y para acabar, qué vinos por rango de precios le parecen más atractivos de los que usted ofrece
Por debajo de los 10€
Domaine de Nidoleres,del Roussillón,
La Croix del Sud,
Les Terrassettes,de la Corbiére,
Quinta do Infantado del Douro,
Alento, de Alentejo.
por debajo de 15€,
Willi Haag, Mosela,
Domaine Durand,Cornas,
Christian Moreau, Chablis,
Sylvain Dittiere, Loira
Cyril le Moing ,Loira,
Domaine Dupont, Normandia.
Más de 20€,
Vincent Dancer,
Cecile Tremblay,
David Duband, los tres de Bourgogne,
Jerome Prevost,
Ulysse Collin,
Nicolas Maillart los tres de Champagne,
Agathe Bursin de Alsace,
Quinta do Infantado de Porto.....
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Mas Jullien, Olivier Jullien, Vigneron à Montpeyroux
Certes, si le Mas Jullien a une réputation, il est bon de venir ici sans à priori. Ca aide à comprendre, à s’ouvrir à une nouvelle vision du terroir et de la vigne. D’emblée, avec Olivier Jullien comme guide, on part de zéro, de la vigne, sur les pentes du mont Saint Baudille. En balayant du regard l’ensemble du terroir, olivier répond à la question :
Qu’est-ce que le terroir ?
Dans mon travail, il y a deux sortes de recherches. D’un côté, c’est la diversité géologique, le sol. De l’autre c’est une altitude et une profondeur pour y trouver une fraîcheur différente apportée à la plante. C’est comme la pêche à la truite, on va chercher de la fraicheur dans la profondeur. Ici, avec le climat méditerranéen, plus il fait chaud, plus la fraicheur remonte du sol. La chaleur agit comme une pompe.
Olivier Jullien traverse le vignoble en pointant du doigt le terroir, celui des profondeurs, celui qui s’est constitué quand la mer recouvrait cet endroit. On a l’impression de le suivre au fond de l’océan, en remontant le temps.
Et il continue : "Ensuite, évidemment il y a le vin rouge et le vin blanc. Pour moi, le vin rouge c’est un complément alimentaire. Le plaisir arrive en second. Dans le Languedoc, il apportait une ration alimentaire. Pour le blanc, c’est différent, c’est de l’eau de roche…on presse un cailloux !"
Il a sous ses vignes, deux types de sol, qu’il distingue ainsi :
Vous savez, le vivant c’est le calcaire. Il est adapté à la vie microbienne. Ce n’est pas le cas du schiste ou du grès. Alors dans le calcaire, la souche de la vigne bénéficie d’une interface avec le sol. »
Les 4 portes d’entrées du Vin ?
Selon Olivier Jullien, il faut une harmonie entre 4 points clés et ne pas manquer de l’un d’entre eux pour obtenir un Vin.
- La tête : on en parle, on l’intellectualise, la culture…
- Les papilles : la dégustation, l’accord avec la gastronomie…
- Le coeur : on aime le le lieu, le vignoble, la région, le vigneron…
- L’énergie…disons l’âme et vous y mettez ce qui s’y rapproche le plus »
A la question banale, mais combien d’hectares de vigne avez-vous ? Il répond, non sans un certain sourire, en coin :
J’ai moins d’hectares de ce que j’ai vendus…j’en ai toujours 3 de trop, et en tout j’en exploite 18″. La mutation de l’occupation du sol a influé sur sa vision de la vigne. Avec la pression immobilière, la proximité de Montpellier, il devient plus rentable de vendre sa vigne que de faire du vin ! La crise n’arrangeant rien. « En 10 ans, c’est 50% du vignoble qui a changé ici. Plus personnes ne veut reprendre ces vieilles vignes. » Alors il vend ses vignes qu’il a amenées à maturité depuis son installation en 1985 pour reprendre de vieilles parcelles, ne pas les voir partir à l’arrachage. « Quand le réveil sonne le matin, la motivation c’est de savoir ce que vont bien pouvoir donner ses vignes, y prendre du plaisir, découvrir ce qu’il y a sous ces cailloux ! ».
Le vin accompagne la civilisation
Il est un passeur d’histoire et comme ses vignes, on le perçoit enraciné, profondément. On comprend qu’ici, tout témoigne d’une civilisation. Au-delà de faire du vin, il maintient un paysage : « Les murs de pierre, c’est plus d’une personne à mi-temps à l’année pour les entretenir. Le résultat sur le vin, ce n’est pas grand chose, juste une belle vigne. Mais quand on le sait, c’est ce qui fait l’unicité et l’adhésion ».
Olivier Jullien est un homme de terroir, dans toutes ses dimensions. Sur ses mains roule la terre, dans ses yeux brillent le soleil du sud, dans ses veines coulent son vin, et, dans sa voix, une histoire humaine, sociale, qui s’exprime