Era para mí uno de los mejores de los que trabajaban en la Comunidad Valenciana en su capacidad para sorprender. Pero lo que no puede ser no puede ser y montar un Relais&Chateau en Bocairent (precioso pueblo por otra parte) sólo se le puede ocurrir a un deportista mal aconsejado.
Resultado: El Hotel Ferrero cierra y nos quedamos sin un gran restaurante. Ello engrandece todavía más la valentía de otros, como Kiko Moya y su apuesta por permanecer en Cocentaina, pero no evita lo obvio: todos perdemos. Y mucho con la marcha de Morales
JLM
“Paco Morales les comunica que la dirección del Hotel Ferrero le ha informado que por imposibilidad de mantenimiento de apertura del hotel, éste deja de prestar los servicios de hostelería a partir del 1 de abril de 2013,
sin poder garantizar su continuidad. Como consecuencia ineludible de
esta situación sobrevenida, desconocida e inesperada, a tan sólo tres
días de su reapertura, el Restaurante Paco Morales de Bocairente se ha
visto abocado y obligado a su cierre.
Esta dolorosa decisión tronca e interrumpe la trayectoria ascendente
al servicio de la calidad y la alta gastronomía que se reflejaba en la
nueva carta y menú que no podrán ya ver la luz ni ser saboreadas en esta
temporada y que ha venido siendo bandera de este restaurante durante
los últimos 4 años y desde que el cocinero Paco Morales se trasladó a vivir y trabajar a la Comunidad Valenciana.
Una nueva etapa comienza en su carrera profesional a partir de ahora, posiblemente ya de vuelta a su Córdoba natal,
pero eso corresponderá al futuro, ahora toca despedirse de esta
extraordinaria tierra y su gente que con tanto cariño le han acogido en
este tiempo, agradeciéndoselo de corazón.
Nuevos retos y proyectos serán acometidos en breve por la incansable
actividad, determinación y buen hacer de este chef. En espera de poder
contárselos quedamos”.
Apicius Cuaderno de alta cocina
Estaba cantado que el Hotel no podía tener éxito. Empezando por la última parte del trayecto desde Valencia era para pensárselo y acabando por el trato del "usted no sabe con quien está hablando de parte de su personal. Y encima tenía una señalización criminal (de hecho no tenía señalización ni en la carretera ni en el hotel). Eso por no comentar los bugs del comportamiento del restaurante con unos gritos en la cocina audibles en todo el comedor y otras lindezas.
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