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© de todas las fotografías: Jesús Ciscar |
Es el queso el más mágico de los grandes productos de la gastronomía. La transformación que experimenta su materia prima es, para mí, un proceso tan complejo y rico como la vida misma. No hay nada que se pueda comparar a un buen queso, cualquiera que sea la definición de bueno que cada uno tenga. NInguno capaz de unir al placer de su degustación el no menor derivado de la reflexión.
Es, a buen seguro a lo que incita la cita de Harold McGee que Maite Regidor y Ángel Valeriano, las almas, el todo, de Queseria Artesanal Los Corrales,tienen incluida en su web
"Todavía es posible saborear los
notables alimentos que milenios de ingenio humano han extraído de la
leche. Un sorbo de leche misma o una bola de helado pueden ser un boceto
proustiano de la inocencia juvenil, de energía y posibilidades,
mientras que un bocado de buen queso es una rica meditación sobre la
madurez, el cumplimiento de las posibilidades, el camino de toda carne."
Su trabajo desde Almendíjar, sus excelentes quesos nada fáciles de conseguir en el comercio, (mejor que buena ocasión para acercarse hasta allí para adquirirlos) incita ciertamente a reflexionar. Además de sobre cuestiones vitales, que también aunque quizá no sea este el lugar para glosar a personas como ellos que contra viento y marea hacen con todo su cariño lo que les gusta y lo hacen bien, invita a interrogarse sobre dónde podría estar la gastronomía valenciana. Dónde podríamos estar, de la producción de productos únicos, mejor que buenos, a la restauración, si tuviéramos un marco institucional diferente. Uno interesado en lo propio en lugar de en el pan y circo y el todo para los afectos nada para los demás. Un marco comparable al que tienen otros; algunos como Alemania o Francia desde hace décadas. O un marco que, al menos, fuera en esa dirección, en lugar de la opuesta. No es así.
Por ello su labor tiene, me atrevería a decir, tintes heroicos. O si se prefiere ser menos enfático, admirables. De ahí esta entrevista para acompañar a las imagenes de Jesús Ciscar; para saber un poco más de quienes están detrás de tan magníficos productos; de tanto respeto a lo propio sin cobijarse, como tantos, en el cómodo paraguas del pesebre. Toda una lección; todo un ejemplo.
Maite Regidor y Ángel Valeriano
1.- ¿Quiénes son Maite Regidor y Ángel Valeriano?
Pues somos una
pareja que decimos vivir en el campo, hace ya bastantes años, y pensamos que
hacer queso nos permitiría vivir aquí de forma honesta y sintiéndonos
satisfechos de lo que hacemos. Todo esto es así, pero la verdad es que ha sido
mucho más trabajo de lo que pensábamos.
2.-Qúe
hay de eso de que usted, Ángel Valeriano, es “familiar de un tipo muy
importante de Madrid, que se dejó todos sus lucrativos y estresantes negocios
para vivir alejado del mundanal ruido en Almedíjar? (El País CV 4 agosto 2012).
Poca cosa, lo
del familiar pero de lejos. Yo salí de Madrid a los 17 años para instalarme en
el campo, en una granja de la provincia de Madrid. No me hubiera dado tiempo a
hacer muchos negocios…
3.-
Leí también que siempre le pasó por la cabeza hacer queso. Parece sorprendente,
¿Cómo y cuándo le surgió la idea?
Descubrí la
elaboración de queso en la granja donde vivía, con la señora María, que era la
guardesa de la finca y tenía un par de cabras. Ella hacía queso a la manera de
su tierra, de Badajoz. Empecé a ayudarla primero por curiosidad y después me di
cuenta de que me gustaba.
4.-Tienen
en su web una cita de Harold McGee sobre el queso. ¿Qué destacarían de
ella? ¿Qué les llevó a seleccionarla sobre tantas otras?
Me gusta mucho
esta cita. Presenta el queso como algo evocador, y yo creo también que la
complejidad de sabores y aromas del queso tiene ese atributo de recordarnos
tiempos y experiencias. Y la razón de incluirla es porque queríamos contar lo
que hacemos desde la alegría, ya que me parece que muchas veces los productos
tradicionales como el queso se adornan de una estética algo polvorienta,
aquello de la estética medieval, con señores mayores con delantal dando vueltas
a los quesos… Creo que participamos de esta corriente de nuevos queseros que
encaramos el oficio de otra forma. Aunque ya no somos nuevos…
Quesería
Los Corrales
5.-Surgida
en 1990, ¿por qué entonces la concreción de la idea de crear una quesería? ¿Por
qué en Almedíjar?
La idea fue de
Maite. Nosotros veníamos de vivir en el Mas de Noguera, una Granja Escuela en la que vivíamos con bastante gente, y
queríamos ya montar nuestro propio proyecto. Pensábamos que una quesería sería
una buena forma de vivir en Almedíjar, el pueblo en el que, después de mucho
buscar, se nos presentó la oportunidad.
6.-
¿Qué papel desempeña cada uno de ustedes en el trabajo cotidiano? ¿Cómo atender
la promoción y comercialización que suele ser tan intensiva en tiempo de
dedicación?
Maite se ocupa
de la parte de gestión y administración, y Ángel de la elaboración. En cuanto a
la promoción, nunca hemos planificado nada. Sólo sabíamos que queríamos hacer
un producto que fuera lo mejor posible, y que teníamos que contárselo a la
gente. Hemos hechos catas en restaurante, en sociedades enológicas, en centros
culturales,… y sobre todo muchas ferias y mercados, que es donde puedes hablar
directamente con el cliente.
7.-
¿Cuáles fueron los principales obstáculos a los que se enfrentó la
consolidación de la quesería?
Pues como
partíamos de recursos muy escasos, y además en la Comunidad Valenciana el queso
artesano ni se conocía, la verdad es que los obstáculos fueron muchos al
principio. Sobre todo lo difícil era vender, ya que tampoco en eso teníamos
experiencia. Afortunadamente hemos encontrado distribuidores que valoran el
producto y lo explican a las tiendas.
8.-
Su actividad parece tener mucho de vocación pero estar en el mercado hoy exige
mucho de profesión. ¿Cómo se compatibilizan vocación y profesionalidad?
Son no solo
compatibles sino que una lleva a la otra. Si uno tiene una verdadera vocación
tendrá que aprender a trabajar lo mejor posible, hacerse muy profesional.
Naturalmente, no hay que confundir profesionalizarse con renunciar a elaborar un queso con la mejor materia prima,
teniendo claro que todos lo que digamos es verdad, no hay marketing de por
medio.
9.-
Uno de sus quesos ha logrado reconocimiento internacional entre los mejores
¿cuáles son para ustedes las razones de su éxito?
Con este queso
asumimos riesgos, y hemos tenido que tirar mucho hasta que hemos podido hacerlo como queríamos.
Se llama Peña Blanca y es una cuajada láctica de oveja, de dos kilos de
peso y entre tres y cinco meses de
maduración. No hay muchos quesos parecidos, por lo que sabemos, así que creo
que se valora en este caso lo original de la receta y la intensidad del sabor y
el aroma.
10.-Creo
que ustedes elaboran seis quesos. Parece que cada bodeguero tiene un especial
cariño por uno de los vinos que elabora. Sé que el queso no es el vino,
pero ¿hay alguno de ellos del que se encuentren más satisfechos? (bien por su
sabor, propiedades, dificultad de elaboración, etc.).
El Peña Blanca
es el queso más especial, pero también nos gusta mucho cómo está ahora el
Tronchón, ya que es un queso tradicional que había sido muy mal considerado
porque no se elaboraba con cuidado, se consideraba un queso de gran consumo;
nosotros hemos cogido la receta antigua, con el cuajo de cardo, y la hemos ido
afinando hasta que hemos logrado un queso que a día de hoy se valora mucho. Es
un orgullo colaborar en que un queso tradicional recupere su papel.
11.-
¿Sus productos se venden principalmente en La Comunidad Valenciana o
fuera de la misma son demandados?
Vendemos con la
figura de la “mancha de aceite”, porque entendemos que es lo más sostenible a
todos los niveles. Lo cierto es que casi todo el queso se vende entre Valencia
y Castellón, pero en Madrid ahora está funcionando muy bien, y vendemos de
forma puntual en Barcelona, Murcia, Sevilla,… También hemos exportado a Japón,
Estados Unidos, a Europa… pero casi de forma anecdótica.
Queso
artesano
12.-
¿Cuáles son las principales diferencias entre el queso artesano y el
industrial? ¿Y sus principales ventajas?
Las diferencias estriban en la manera de tratar la materia prima. Los
artesanos trabajamos con nuestro entorno más cercano, para obtener coherencia
en el producto final. Trabajamos sobre todo con leche cruda, para conservar las
características originales de la leche.
Y sobre todo trabajamos a escala humana. El objetivo es conseguir el
mejor producto posible; para ello necesitamos gente que sepa hacer queso, no
simples trabajadores que desconocen el proceso y sólo aprietan tornillos.
Nuestras producciones son necesariamente limitadas.
Una quesería industrial participa de los principios de cualquier
industria: el máximo de producción al precio más bajo; lo de la calidad queda
para el marketing, y la sostenibilidad del paisaje y la cultura ganadera no
está ni siquiera en cuestión.
13.-
¿Tiene el queso artesano de la Comunidad Valenciana el reconocimiento del
público que ha alcanzado en otras zonas de España (por no hablar de otros
países)? ¿No sigue siendo una actividad reducida, casi para “locos por el
queso”?
Naturalmente
que no tiene reconocimiento a nivel general, pero cada vez hay más gente que
quiere consumir un producto diferente. Nosotros hemos notado una diferencia
importante desde que empezamos. Pero en Valencia
seguimos chocando con nuestro abandono tradicional de la ganadería y nuestra
desconsideración hacia los oficios campesinos, globalmente no hemos
evolucionado mucho.
Pero hay que
señalar que la cocina como oficio está hoy de moda, y eso tira mucho de los
productos gastronómicos; nos beneficia porque además nos hace más visibles, y
hoy en día lo que dice un cocinero es escuchado por mucha gente.
14.-
¿No debería haber una diferenciación más nítida entre el queso artesano y el industrial
para conocimiento del consumidor?
¡Dicen los
franceses que deberían llamarse de forma distinta! No se informa bien al
consumidor, de hecho no se le informa nada. Debería explicarse de dónde procede
la leche, los aditivos que contiene, cómo se hace, cuál es la vinculación al
territorio… pero nada de eso se dice, el consumidor tiene bastantes menos
derechos de lo que se cree.
15.-¿La
Associació de Formatgers de la Comunitat Valenciana no debería tener mayor
visibilidad a través de jornadas de promoción/divulgación? ¿O quizá la
producción artesanal no permite aspirar a un mercado mayor?
En la AFQCV hay
queserías de todo tipo, aunque en la Comunidad no hay queserías realmente
grandes cono en otras zonas. Hay fábricas que tienen mucha más visibilidad ya que
están en grandes cadenas y producen mucha cantidad, y luego estamos los
pequeños que llegamos adonde podemos.
Creo que no es
tanto un problema de las posibilidades de cada empresa sino de la voluntad de
los políticos en hacer visible un sector. No se ha potenciado apenas porque no
se ha tenido en cuenta, y ahora que además no hay dinero la cosa se complica
bastante.
16.-
La presencia del queso artesano en la restauración es escasa, diría que
menor incluso que hace unos años ¿qué razones lo explican? ¿Podemos
aspirar a llegar a la situación de Francia en donde muchos restaurantes ofrecen
la opción de degustarlo tras la comida?
Necesitamos más relación con los cocineros: ellos pueden utilizar más el queso,
y nosotros debemos explicarlo más. Además, hace falta más cantidad de
divulgadores en nuestro sector.
Vemos con
esperanza el reciente movimiento de queseros artesanos o de autor. Hay más
conocimiento, se arriesga más y se consiguen productos muy especiales, ya no
estamos en lo de siempre sino que se aportan cosas nuevas, y eso puede animar a
los amantes de comer bien a acercarse al mundo del queso.
Además,
movimientos como Slow Food, al que pertenecemos, están haciendo una gran labor
poniendo el énfasis en la producción local y en las razas autóctonas,
demostrando que hay mucho más detrás de un queso de lo que mucha gente piensa.