COMENTARIOS ANÓNIMOS DE GASTRONOMÍA. La crítica gastronómica se ha convertido en un negocio. Debiera imponerse el comentario anónimo, para los productores y por tanto también para el cliente/lector. Como el rigor. No existe el paraíso ni la perfección. Pero la falta de profesionalidad cuando no el simple timo, en las cocinas o en la crítica, sí. De ahí Joe L. Montana.
monti otoño 2013
viernes, 9 de septiembre de 2011
Homenaje a la paella en Valencia o como tirar nuestro dinero
Es como hacer publicidad de caramelos a la puerta de un colegio o de ordenadores en el Silicon Valley. La Diputación de Valencia ha tenido la genial ideal de promocionar un congreso "mundial", ahí es nada, de homenaje a la paella. Pero en Valencia, una ciudad en donde el 99% de sus habitantes pensamos que es uno de los grandes platos, si no 'el plato', de la gastronomía.
Es la forma más estúpida de tirar el dinero de los contribuyentes que imaginarme pueda ahora que la Generalitat, como el resto de las administraciones -menos la Diputación de Valencia por lo que se ve- no sólo está reduciendo puestos de trabajo sino que, según leo, nadie está dispuesto a comprarle sus títulos de deuda pública.
Protegidos por la necedad del diputado de turismo, un tal Isidro Prieto, unos listillos de sobra conocidos en este sector, le han vendido a "la Dipu" la idea genial de promocionar la paella ni más ni menos que donde menos lo necesita: en su propia casa. Del coste de tal evento nada se dice. Pero no será escaso porque los que organizan el dislate no trabajan gratis ni mucho menos. En el terreno gastronómico cabe lamentar que cocineros de calidad incuestionada como Martín Berasátegui se hayan apuntado a sajar las cuentas públicas valencianas en estos momentos dramáticos para tantos de sus colegas.
La promoción de la gastronomía valenciana está a años luz de la que disfruta la de Cataluña o el País Vasco. Se puede incluso afirmar sin exagerar que está todo por hacer. A la docena larga de grandes cocineros con los que contamos, entre ellos un buen número de mujeres lo que es un hecho distinto y distintivo, se añaden otra docena de promesas que van avanzando a buen ritmo en ese duro mundo de la restauración. Y otra más de locales en dónde bordan la paella, aunque no necesariamente el resto de los arroces en donde Alicante da sopas con onda a Valencia mal que pese a los capitalinos.
Excepto estos últimos que son identificados erróneamente con la gastronomía de la Comunidad Valencia los demás, y más todavía los bodegueros, no cuentan con el apoyo que merecen. Igual estoy equivocado y debo rectificar, pero no he visto a la Diputación organizando semanas de gastronomía valenciana en Madrid, Barcelona, Sevilla, Pamplona o Bilbao. Por no mencionar de fuera de España de donde proceden un buen número de quienes nos visitan, no todos turistas de bajo nivel de renta, que poco o nada saben de nuestra gastronomía.
En ese doble contexto de la brutal crisis que sufren las finanzas públicas valencianas y la falta de apoyo a nuestros cocineros, la iniciativa de Alfonso Rus y sus diputados es mucho peor que una astracanada. En mi modesta opinión, es una falta de respeto. Primero, a los grandes cocineros valencianos. Y segundo a todos los contribuyentes cuyo dinero despilfarra en este pan y circo
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Completamente de acuerdo. Esto es pan y circo para la parroquia a costa del dinero de todos que tan escaso va. Y demuestra que las palabras de austeridad son como humo y que la ley de embudo, ancho para unos y estrecho para la mayoría, funciona.
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