Sin pretensión alguna de infravalorar la calidad y sabor de otros licores, la destilación de los fermentados de malta tostada por el fuego de la turba escocesa genera uno placeres de los más especiales que existen. Por supuesto, me refiero al gusto de mi paladar ya que soy consciente de que otros que prefieren un tequila reposado, o añejo como el Caramba Extra Añejo, u otros destilados de origen caribeño como el ron Arecha, para mí mejor que el mítico Zacapa Centenario de 23 años.
COMENTARIOS ANÓNIMOS DE GASTRONOMÍA. La crítica gastronómica se ha convertido en un negocio. Debiera imponerse el comentario anónimo, para los productores y por tanto también para el cliente/lector. Como el rigor. No existe el paraíso ni la perfección. Pero la falta de profesionalidad cuando no el simple timo, en las cocinas o en la crítica, sí. De ahí Joe L. Montana.
monti otoño 2013
viernes, 13 de enero de 2012
Maltas: un placer para el invierno
Sin pretensión alguna de infravalorar la calidad y sabor de otros licores, la destilación de los fermentados de malta tostada por el fuego de la turba escocesa genera uno placeres de los más especiales que existen. Por supuesto, me refiero al gusto de mi paladar ya que soy consciente de que otros que prefieren un tequila reposado, o añejo como el Caramba Extra Añejo, u otros destilados de origen caribeño como el ron Arecha, para mí mejor que el mítico Zacapa Centenario de 23 años.
Como digo, los whiskys de malta son una bebida excepcional para degustar en la tranquilidad en las noches de invierno cuando, como en estos días a orillas del Mediterráneo, la temperatura exterior -y no sólo la meteorológica sino también la económica- aconseja recogerse a hora temprana y olvidarse del mundo exterior.
Son muchos los recomendables. Pero los excepcionales son los que, desde hace unos años, forman el grupo de los distiller edition, una serie de whiskys de malta a los que se les ha sometido a una doble maduración, la segunda de ellas en barricas que previamente han sido utilizadas con otros vinos, lo que le da al licor resultante un sabor especial, único e inigualable.
A simple vista, el color de los mismos ya muestra la presencia de ese doble contacto con la madera porque son mucho más oscuros de lo habitual. Y el olor también denota la presencia de la combinación de maderas y licores porque al característico de la turba, mayor en unos que en otros, y del propio whisky se suma las trazas del de este otro vino complementario, siempre oloroso, lo que los dota de un gran atractivo.
Como siempre en una cata, es en la boca en donde la diferencia de la combinación se hace incomparable. Y para los que no somos catadores expertos, ni cursis de los que encuentran sotobosque y demás olores indefinibles por doquier que de todo hay en ese mundo, inexplicable.
Hay un buen número de marcas que todavía no me ha sido posible catar, y más con las restricciones a poder viajar en avión con botellas en el equipaje de mano que siguen vigentes hoy sin que acierte a comprender su utilidad. Y obvio las que he encontrado en Milroy's (3, Greek Street) que son muchas y muy buenas.
Pero sí conozco algunos de estos whiskys, como los tres que les menciono a continuación, que son más que recomendables a los que gustan de este destilado. Los tres, junto con alguno más, están presentes en las tiendas de algunos aeropuertos por lo que pueden ser adquiridos después de los controles que impiden el paso de líquidos. Incluida el agua para ser adquirida a precio superior de inmediato. Un consejo práctico: vacíen la botella, pasen el control, y vuelvan a llenarla con agua del grifo. Así evitarán el agio que algunos realizan a costa de no se sabe muy bien qué.
A lo que iba: los tres que recomiendo son: Talisker Double Matured Distillers Edition, conservado entre ocho y diez meses en barriles que previamente han contenido Jerez Oloroso. Aunque ello le resta algo del olor y sabor de la turba, la combinación es espectacular.
Caol ila Ditillers Edition, un malta de Islay finalizado en barricas de moscatel, lo que la da un un sabor familar único entre los escoceses.
Y Lagavulin Distiller Edition, un Lagavulin con todas las características de armonía y suavidad de este excelente whisky pero con un toque más dulce resultado de su paso final por barriles de Jerez Pedro Ximenez. Es quizá el más premiado, un licor que entre otros muchos ha conseguido la medalla de oro al mejor de su clase en el IWSC (international Wine & Spirit Competititon) y otra en 2008 como el 'Best Peated Malt' (maltas de turba) en la categoría Premium en los Malt Maniacs Awards.
No son, como le indico los únicos, Cragganmore, de Speyside, finalizado en botas de Oporto, Dalwhinnie, de los Highland, con segunda maduración en barricas de Jerez Oloroso, o Talisker, ya en la edición de 2000, también están presenten en este excepcional segmento del mercado.
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