Dos responsanbles "missing total" |
COMENTARIOS ANÓNIMOS DE GASTRONOMÍA. La crítica gastronómica se ha convertido en un negocio. Debiera imponerse el comentario anónimo, para los productores y por tanto también para el cliente/lector. Como el rigor. No existe el paraíso ni la perfección. Pero la falta de profesionalidad cuando no el simple timo, en las cocinas o en la crítica, sí. De ahí Joe L. Montana.
monti otoño 2013
viernes, 15 de junio de 2012
EL desastre de la promoción gastronómica en la Comunidad Valenciana
e acaba de celebrar la VI edición de VLC Cuina Oberta, una semana de menús a precio especial para que el personal no pierda la costumbre de ir a restaurantes. Es una iniciativa interesante aunque no estoy seguro de que con ella uno pueda conocer lo que ofrece un restaurante con un menú que poco, o nada, tiene que ver con su carta habitual. Pero en todo caso es muy poco innovadora porque hoy la tiene casi hasta la última ciudad del globo.
La valoración de esta edición desde la perspectiva de los participantes es, por lo que leo y comento con algunos, ambivalente. No podía ser de otra manera: los hay muy contentos, entre comensales y restauradores. Y los hay menos contentos porque nunca llueve a gusto de todos. Aun así, a mí me empieza a irritar esto de que el éxito se mida en menús servidos en lugar de clientes satisfechos. Pero allá ellos.
Por otro lado, y en paralelo, se acaba de celebrar también la VIII edición de la Noche del Vino Valenciano, circunscrito a los vinos de DO Valencia, en una muestra más de catetismo, no ya de Cosme Gutiérrez y su equipo, que podría argumentarse que defiende lo suyo, sino de quienes están por encima de él en estas cosas de la promoción de lo valenciano que empieza a ser vital para la supervivencia de buena parte de las bodegas hoy existentes.
Como es fácil adivinar por lo que acabo de señalar, los puntos de conexión entre ambas iniciativas han sido nulos. ¿Cómo pensar en que en los diferentes restaurantes participantes en la VLC Cuina oberta se ofrecieran, por supuesto como opción, algunos vinos de las diferentes DO valencianas? Menos todavía, por tanto, en que alguien con capacidad para transformar esta propuesta en realidad decidiera avanzar, en este mundo global en donde somos menos que una gota, en que la Noche del Vino Valenciano pasara a ser -o se complementara con- la Noche de los Vinos de la Comunidad Valenciana. Como si no se pudiera colaborar en promoción aunque luego se compita duramente, como siempre se compite, por colocar los vinos propios frente a los de otros.
La cuestión, en mi opinión grave problema, trasciende la iniciativa privada y entre directamente en una de las funciones que debe tener el sector público en una economía avanzada. Frente a un tamaño individual insuficiente, de los restaurantes o de las bodegas, es a las consellerias de Turismo y Agricultura a las que corresponde coordinar esfuerzos y actuacines para promocionar unas actividades que pueden reportar grandes ventajas a la marca 'Comunidad Valenciana' que hoy no pasa por su mejor momento.
Frente a esta opción, las conselleras Maritina Hernández y Lola Jonhson dan la sensación de que sólo pasan por aquí. Vamos, que no tienen ni arte ni parte. Pero la tienen y toda. La responsabilidad y la incompetencia. Que en 2012 la Comunidad Valenciana, que tanto presume de su potencial turístico, carezca de una iniciativa conjunta de sus restauradores para promocionar su actividad fuera de sus frontera es inaceptable. Todo se queda en unos barracones de un cutre extremo en el cauce del río Turia para los alimentos tradicionales, luego paseados parcialmente por la geografía, las ferias varias de productos locales, insuficientes, y en una actividad local como la VLC Cuina Oberta que ni siquiera consigue maridar restauración con vinos.
E igualmente: que está comunidad no tenga una política de promoción de sus vinos, algunos de ellos en sus diferentes denominaciones de una calidad al menos igual a la media de los vinos españoles, es igualmente inaceptable. No se trata de pretender en el corto plazo igualarse a los franceses que han sabido dotar a sus Challenges de una reputación en algunos casos inmerecida.
Se trata de poner en valor a nuestros vinos porque es creación de riqueza, además de creación de satisfacción para aquellos que les agraden. Y partir de la realidad del sector, que no es la de otras zonas con grandes inversores y grandes empresas. Los sistemas para ser competitivos con esta estructura están todos inventados: las bodegas francesas son todavía más pequeñas.
No es la opción óptima unir la crítica gastronómica con la crítica a los políticos, en este caso políticas, como son las conselleras de Turismo y de Agricultura. Tampoco la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, hace nada mientras cierran uno tras otro los referentes de la restauración en el cap i casal. Más suerte tienen las tiendas de lujo de Poeta Querol, ninguna con marchamo local.
De manera creciente escucho lamentos en el sector sobre cuán lejos estamos de lo que hacen en otras comunidades autónomas, mientras que alguna que otra bodega y un buen número de restaurantes ven el cierre como la única alternativa. Quizá es que no la hay. Pero desde luego, entre el Drink Ribera, drink Spain de Ribera del Duero, y la nada más absoluta que es lo que hay aquí, queda mucho entremedio. Y que se produzcan estos cierres sin que los responsables políticos de estas actividades hayan movido un dedo para evitarlos es mucho más que lamentable. Es imperdonable.
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